Me imagino que la infidelidad existe desde el tiempo de Adán y Eva. No hay que ser muy inteligente como para pensar que Eva se dejó seducir por la serpiente, no porque le gustaran las manzanas, ni porque fuera adicta a la fruta, sino porque dejó establecido, mediante esa acción, que los humanos estamos sometidos al pecado desde siempre, que en nosotros mismos está el bien y el mal.Que Eva fue la infiel, eso no se presta para dudas y que me perdonen las lectoras, pero dicen que las verdades duelen. Por lo demás, no se olviden que, gracias a ella, ustedes sufren al parir vuestros hijos y cada 28 días tienen que soportar lo que todos sabemos y que no voy a comentar acá.
Lo cierto es que no tengo idea qué razón la llevó a cometer tamana estupidez, sin pensar que le jodería la vida a millones de generaciones de mujeres...y también de hombres, porque a Adán también lo echaron, ya que decidió ser solidario con su mujer (o por simple curiosidad)y mascó del fruto prohibido sin reflexionar. Ahora bién Adán y Eva fuero, por decirlo de alguna manera, dos seres débiles e infieles.Sin embargo y ahora en el ámbito de la relación de pareja me pregunto: cuáles son las razones que mueve a un individuo a ser infiel?En la actualidad la infidelidad es la causante de rupturas, separaciones y divorcios. Es tan frecuente como dolorosa porque además de romper el corazón, ataca la autoestima, destruye la confianza y hace aflorar los sentimientos más negativos.
Desde ambos lados de la pareja la infidelidad se ve diferente. Sobre todo las mujeres tienden a creer que si estás enamorado no te interesan los devaneos. Sin embargo, las encuestas demuestran que muchos hombres que quieren a sus mujeres nunca rechazarían una oportunidad de sexo fuera del matrimonio. De hecho el 56 de los hombres que han tenido experiencias sexuales extramatrimoniales aseguran que en sus matrimonios son completamente felices, cifra que contrasta con el escaso 34 de las mujeres. Ellas creen que si un hombre tiene una aventura es porque su matrimonio va fatal.Se dice que otra razón está relacionada con la vida sexual. Si es satisfactoria, la relación no debería pasar por altibajos y sin embargo, hay quienes gozando de una sexualidad absolutamente pasional en casa, mantienen una “sucursal” como para no perder la costumbre de ser infiel.
La infidelidad es en si un sentimiento relacionado con la posesión.
Los hombres se sienten más traicionados si sus mujeres se van a la cama con otros. Ellas, sin embargo llevan peor que sus maridos se enamoren de otras.
La infidelidad hiere tanto porque acaba con el sentimiento de seguridad y confianza que se encuentra en una pareja. Todo lo que creías conocer de tu pareja empieza a esfumarse y empiezas a ser recelosa y a desconfiar de cualquier argumento que él esgrime.Cuando las mujeres engañan, suelen elegir a hombres con los que tienen afinidades o son muy poco parecidos a sus maridos.
La que se casa con un hombre serio y trabajador puede verle aburrido en algunos aspectos y sentir interés por otro más frívolo e incluso un tanto crápula. Quien careció de afecto en la infancia suele unirse a alguien que le trasmita seguridad y estabilidad. Y acaba disociando seguridad y tranquilidad de atracción sexual y vivencias excitantes. Muchos infieles son víctimas de un triángulo sin salida. Por un lado está el cónyuge que da sentido y seguridad a la familia, y por otro la aventura apasionante.
Y como bien lo dijo una amiga mía, que tenía más que claro que su marido le era infiel, “él podrá tener muchas capillas, pero yo sigo siendo la Catedral”.
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